En el libro de Gabriel García Márquez
titulado cien años de soledad, Macondo es una aldea en la que podemos encontrar
unas veinte casas de barro y cañabrava construida a la orilla de un rio de
aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y
enormes como huevos prehistóricos, el pueblo es fundado por varias familias.
El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían
de nombres, y para mencionarlos tenías que señalarlo con el dedo, Era un lugar mágico, en donde no había maldad y todos se
conocían como que si fueran familia, el origen de Macondo fue con un grupo de
jóvenes que acompañaban la expedición de José Arcadio Buendía buscando el mar
pero después de caminar tanto y no volver a querer recorrer el camino decide
Fundar Macondo en el mismo sitio donde se encontraban.
En épocas llegaban los gitanos a visitar
el pueblo, con sus novedades, José arcadio Buendía tiene una amistad especial
con Melquiades, y siempre José arcadio Buendía se ponía emocionado al ver los
inventos de los gitanos y el cada cosa quería comprar para buscar oro, su
esposa siempre se mostraba molesta por ver como su marido desgastaba las cosas
y el dinero que tenían por conseguir oro, Úrsula lo aconsejaba pero él nunca le
hacía caso, aunque Melquiades siempre le decía que sus inventos no le iban a servir
de nada para buscar el oro que tanto anhelaba José arcadio.
En macondo todo es increíble, nos cuenta que hay cosas mágicas
como alfombras, gente que vive gustosamente hasta ser ancianos, apariciones,
destrucciones sobrenatural y muchas cosas más, Úrsula y las demás personas que
viven allí son amables, de gente sociable muy sencillos y prudentes, pero después
que empiezan la fiebre del banano y la guerra va afectando este hermoso mundo mágico
va trayendo desgracias y muertes.
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